INTRODUCCIÓN
El virus del papiloma humano (VPH) es un virus que pertenece a la familia Papillomaviridae que origina la infección de transmisión sexual (ITS) más frecuente en todo el mundo. En general se adquiere por vía sexual pero también se puede contraer verticalmente de madre a hijo, por contacto con la mucosa cervical durante el parto, por vía transplacentaria y menos frecuentemente por transmisión horizontal durante la infancia.
En muchos países industrializados la prevalencia de las infecciones por VPH en mujeres adultas jóvenes es tan alta como del 40 al 80% y la probabilidad de infectarse a lo largo de la vida de un 80-90%. La mayoría de estas infecciones desaparecen espontáneamente sin signos o síntomas clínicos.
PRUEBAS MOLECULARES
Además de la citología o tinción de Papanicolau, marcador subrogado de infección por el VPH, existen en el mercado innumerables pruebas directas para la detección de la presencia del virus en muestras cervicales.
Casi todas están automatizadas, son muy reproducibles y tienen una elevada sensibilidad para detectar la presencia del virus en mujeres con lesiones premalignas. Por todo ello, hay acuerdo entre los expertos de que la prueba de detección del VPH debe usarse como prueba inicial o ¨de primera línea¨ en el cribado del CCU (Cáncer de cuello uterino) en sustitución del Papanicolau, tradicionalmente utilizada hasta ahora con este fin pero que ha mostrado ser poco sensible y muy subjetiva comparativamente. Mejorar la especificidad de las pruebas de detección del VPH es uno de los objetivos a cumplir en los próximos años, puesto que debido a la elevada prevalencia de infección por el VPH en menores de 30 años, la detección del VPH no puede utilizarse para cribado de mujeres menores de esta edad.
Asimismo, considerando que los genotipos VPH16 y VPH18 causan el 70% de los CCU, todos los esfuerzos se han dirigido tanto a la prevención primaria de estos genotipos concretos (vacunas bi o cuadrivalentes añadiendo los VPH6 y VPH11) como a su detección con el genotipado selectivo o parcial (identificación individualizada de VPH16 y VPH18, además de otros VPH-AR), aconsejado en el cribado poblacional en mujeres mayores de 30 años.
RECOGIDA DE LA MUESTRA
La muestra adecuada para la detección del VPH es el cepillado o la biopsia, dependiendo de la localización, recogidas habitualmente en medio líquido, en recipientes estériles de cierre hermético.
Los cepillos utilizados para la obtención de las muestras serán estériles y de material inerte y nunca de algodón ni con vástago de madera, pues son materiales naturales que podrían inhibir la PCR. También hay que recordar que deben rechazarse las muestras con sangre.